El pasado 25 de octubre de 2017 se publicó el audio sobre los cielos de Oregón. El suceso tuvo tal repercusión que hizo despegar a las fuerzas aéreas de combate estadounidenses, además de sembrar el caos entre pilotos y controladores aéreos.
El extraño incidente arranca, según informa la revista 'The Drive', alrededor de las cuatro y media de la tarde cuando, cerca de la frontera entre California y Oregón, múltiples testigos oculares y varios radares, así como miembros de la Administración Federal de Aviación (FAA) y del Comando Aeroespacial de América del Norte (NORAD) advierten y corroboran la presencia de un objeto “grande y blanco” volando a altas velocidades en su radar.
Los controladores intentan comunicarse con él, pero la aeronave no tripula con radio y, al creer que se trata de un avión privado y desautorizado, un operador de radar alarma a las autoridades del sector 31 de la Torre de Control de Oakland.
“¿Ves ese objetivo al sur de la frontera, ese código 0027 moviéndose muy rápido a 37.000 pies?”, pregunta el operador del radar.
“¡Mira esa cosa!”, exclama el controlador de Oakland, que al igual que el operador del radar, no puede descifrar el origen del vuelo.
“¿No tienes nada sobre él?”, vuelve a preguntar al operador.
“No tengo nada”, responde.
El 'intruso' no porta con él un transpondedor, es decir, el transmisor alojado en la cabina de mando de un avión que recibe una señal de un radar secundario y emite información con la posición de la aeronave, su altitud y su frecuencia de radio. Es por ello por lo que todo esfuerzo a la hora de rastrearlo o intentar comunicarse con él resulta en vano.