Sigue la propagación...

Si miramos antentamente a nuestros cielos la evidencia que nos fumigan continuadamente es abrumadora, ya que ningún meteorólogo ni nadie que cientificamente quiere explicar los efectos que a simple vista se ocasionan en nuestros cielos pueda decir con contundencia que son de carácter normal. No podrá explicar o argumentar con certeza que en cuestión de horas, el cielo se inunde de estelas de condensación provocadas por aviones que surcan las autopistas del cielo y que dichas estelas se conviertan lentamente en cielos cubiertos de una capa nubolar indeterminada surgida de dichas estelas de condensación, cuando estás aunque esten producidas a diferentes altitudes siguen manteniendo dicha constancia. NO es fruto de unos cuantos sensacionalistas que queremos ver en ello un fenómeno para llenar nuestros blogs de forma predeterminada para conseguir notoriedad...

a más!!!
¿Alguién se ha fijado en que en estas zonas fumigadas indiscriminadamente los casos de enfermedades respiratorias se multiplican?, ¿alguien se ha fijado en que existe un carácter más agrasivo entre los ciudadanos/as?, ¿que prácticamente ha desaparecido el maldito mosquito tigre y otras variedades foráneas que en estas fechas nos destrozaba el cuerpo con sus picaduras?, ¿que algunas plantas de horticultura les cuesta más crecer, mientras otras se desarrollan milagrosamente?...

Es de una evidencia aplastante, aunque siempre habrá aquellos que sigan diciendo que todo va bien y que son fenómenos naturales provocados por el continuo cambio de tendencias de la naturaleza... La foto está tomada en Tordera (Barcelona) a día de hoy...