En estos momentos se nos puede antojar que el progreso es el resultado tan sólo de la combinación de las inteligencias combinadas, dejando a un lado la sabiduría individual.
Ahora quizás más que nunca es conveniente ver en la individualidad un razgo claro de avanzar en la determinación en pro de una nueva consciencia. No admintiendo que el individuo singular puede ser capaz de amalgamar critérios en bien de un mayoría, nos acomodamos en el beneplácito parlamentario, basado en una concanetación de modos operanti vinculados a servir a los que llevan las riendas y el poder y sus finis pro las clases sociales más altas, o aquellos que bajo un credo identitario te abrazan bajo su ritual iniciático.
Ello va encontra de los principios básicos de la individualidad de la propia naturaleza; asumiendo así la decadencia de la actual clase gubernamental que nos afixía. Asumir la realidad individual si esta es afín a un sentimiento común, nos hace como individuos más fuertes, demostrando que a la fín ellos nos intoxican como y cuando quieren y tenemos recursos para poner fin. Saber definir el critério audiovisual y la forma de difundir las verdades que interesan, son ahora, cada vez más, un punto importante para definir que es realmente lo que quieren hacer con nostros/as.
Nuestra clase política, sea de donde fuere o viniera de donde viniere, nos indica día a día en lo corrupta y despreciable que se ha convertido. En tanto en cuanto nuestros dirigentes sólo sepan pactar y regatear a fin de granjearse los favores de la mayoría, tales actos sólo estaran a la altura de mentalidades inferiores y a su vez constituyen un significativo atractivo para las mismas.
La mayoría ha sido en multitud de ocasiones abogada de la estupidez y de las conductas más cobardes, por ello es en este momento cuando el miedo y la reserva a lo desconocido amplían el despropósito de los dirigentes, que sólo ven el la providencia divina y en la medicridad de sus actos la meta a sus aneládos propósitos. La consecuencia inequivoca de ello es el emprobrecimiento espiritual de las clases dirigentes, y la opinión que causa en el pueblo es la consecuencia de los hechos que nos acontecen más inmediatos, asumidos a una cadena que nos afixía y nos coacciona cada vez más a sus propósitos.
Por ello y si de verdad piensas que ha llegado el momento de decir FIN...
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