viernes, 19 de febrero de 2010
EL PROFETA MAS CERTERO.
como somos un blog relativamente pequeño me atrevo a reproducir la ultima entrada de acratas.net, en caso de que el señor MESS autor del prodigiosos articulo se encontrase contrariado por la difusión de sus escritos en otros sites que no fuesen el anteriormente referido automáticamente lo quitaríamos, pero para el deleite de nuestros seguidores locales y comarcales que desconocen la existencia de esa web ahí va:
ABRAZADOS A UN ENFERMO CONTAGIOSO
Los estados occidentales están tocados, sus deudas soberanas puestas en entredicho, por haber respaldado como kamikazes a la banca en su crisis usuraria. Tras las quiebras de miles de bancos en todo el mundo, le llega, pues, el turno a los estados. Grecia es, de los pertenecientes a la Unión Europea Económica y Monetaria, el primero en quebrar. Porque eso es precisamente lo que le ha sucedido: que ha suspendido pagos y que el resto de estados europeos ha salido en su defensa para hacer frente a los acreedores, siempre y cuando Grecia pierda definitivamente su soberanía política y económica a favor de Bruselas. Si el problema fuera sólo Grecia, con una aportación al PIB europeo de sólo el 2,6%, la crisis se
resolvería con relativa facilidad. Pero es que, inmediatamente detrás, ya están quebrando (¿es que no oís el crepitar de vuestros propios huesos?) Irlanda (2% PIB europeo), Portugal (1,8%) y (esto sí que es grave, no sólo para nosotros, sino para Europa) España (11,2% PIB europeo). En total suman el 17,6% del PIB europeo, y con eso no puede la Unión, que será arrastrada detrás de los PIGS.
Pero eso no es todo lo malo en este mundo revuelto: EEUU y el Reino Unido están en quiebra técnica desde hace meses. Exactamente desde que China empezó, desde mediados de 2008, a deshacerse de la deuda norteamericana, y las cancelaciones de deuda no han ido siendo renovadas. Ya lo explicamos en su momento en Ácratas, y varias veces. Hay billetes norteamericanos para empapelar las paredes de los hogares del mundo entero. Y la política financiera anglosajona está siendo especular contra el euro, que es seguir con el negocio a corto plazo, con la usura y con la dejación de toda responsabilidad social o de previsión de un futuro viable para el Orbe.
Como ya advertimos, asumir el traspaso de la burbuja financiera de la Banca a los estados (con cargo a los impuestos futuros de los contribuyentes) era una barbaridad que de nada iba a servir, porque el agujero es insalvable (600 billones de dólares en activos financieros frente a 60 billones de PIB mundial anual). Ahora estamos en quiebra todos: bancos y estados, y con ellos la industria entera, con la consecuencia de una parálisis industrial y comercial jamás vista en el mundo. El transporte de mercancías no existe ya, en la práctica. Los cargueros giran sobre sus anclas a varios kilómetros de los principales puertos del mundo, mientras se oxidan o pueblan sus carenas de parásitos; y los vagones de carga y portacontenedores hacen lo mismo en las terminales de mercancías, pudriéndose junto a las locomotoras.
Los estados occidentales debieran haber nacionalizado la Banca de inmediato, en cuanto brotó la crisis, y luego haber salido al paso de la inflación monetaria mediante regulaciones progresivas. En vez de eso, han seguido los consejos de la propia Banca enferma (Grecia, los de Goldman Sachs). Y un médico no puede seguir las órdenes del enfermo, y menos abrazarse a él, si la enfermedad es contagiosa.
De esta crisis global sólo se sale, ya ahora, haciendo añicos la propia Globalización. El mundo quedará dividido en sectores de influencia, compitiendo por venderse bienes: los unos, recursos y tecnología a los países en desarrollo, los BRIC, Brasil Rusia, India y China; y los otros correspondiendo con bienes de baja tecnología (Ejemplo: centrales nucleares contra frigoríficos).
Pero eso no será suficiente. El Capital necesita (cuando sobra tanto como ahora) de nuevas burbujas donde colocarse, neutralizarse y disiparse. El oro no sirve más que como refugio provisional a ese fin, porque es insuficiente y demasiado líquido (es dinero contante y sonante, y ya está a 1.100 USD/onza ¿Recordáis nuestro consejo de invertir en oro cuando estaba sólo a 800 USD/onza?). La burbuja del CO2 ha fallado, no se la ha creído nadie. El nuevo mercado de compra-venta de aire más o menos limpio tenía demasiada apariencia de fraude (nunca la metáfora fue más certera: sólo trataba de vender humo).
¿Qué va a pasar ahora? Pues lo que ya advirtió Ácratas: que aumentarán los tipos de interés en una disputa de tiburones por el alimento y para neutralizar el exceso de dinero, tratando de que no llegue a los mercados de consumo. Pero es inútil. Hay demasiado. Sin lugar donde invertirse, especulará con los bienes perecederos (ya lo está haciendo), los alimentos. De modo que, al paro sucederá la inflación; la conflictividad social y la delincuencia se multiplicarán peligrosamente, y con ellas, la represión policial y gubernamental; los estados gobernados por la izquierda social-demócrata (ineficacísima, porque está vendida a las oligarquías y la Banca) serán cosa del pasado; y la fascistización del planeta se generalizará pronto. Finalmente, una guerra local (con intervención de todas las potencias importantes) nos caerá como llovida del cielo para que, ante tal desgracia, se asuman por fin las pérdidas multimillonarias globales, consecuencia de la estafa piramidal organizada estos últimos 20 años por la Banca Internacional (léase, Banca de la Kipá), cuya cúspide es la Rothschild de Londres).
MESS
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