El regidor popular para aquellos que no dominen el catalán, alude a dicha posibilidad en la contemplación de la diferente simbología que en el pueblo hay, y que se ha establecido a lo largo de los años de dominio en la alcaldía del mismo personaje, con el conllevado gasto económico que ha ocasionado a dicho municipio. Un personaje que parece encontró un paraíso mesiánico en la zona y al que le ha dado su sello personal e intransferible, en un momento en el que el saber jugar con las posibilidades urbanísticas de la zona propiciaba estas alternativas.
Nosotros recogemos el testigo y al igual que el regidor nos seguimos centrando en diferentes ornamentaciones que recorren la zona, por ejemplo observemos los más característicos… “Palauet” (polideportivo con forma de ojo construido por el prestigioso “Arata Isozaki”… Para Isozaki la estructura del edificio es un elemento de conexión entre la realidad y la ilusión, con ello logra introducir en obras efectos visuales, de manera que la observación de éstos varía según el ángulo desde el que se observan.), “Torre de Guaita” (Simbolismo fálico en pleno centro del pueblo, antigua Torre de Vigía que dio como obsoleta y que quiso que estuviera en el centro del pueblo aprovechando su traslado en las obras de la Autopista cercana ) o la Biblioteca Enric Miralles (biblioteca futurista que parece que nació como un símbolo iniciático: extracto de http://www.todoarquitectura.com/v2/noticias/one_news.asp?IDNews=3770, “ nació como embrión replegado sobre sí mismo, en una primera intuición por aislarse de un entorno imprevisible, aunque después esta propuesta unitaria buscara la apertura hacia un pequeño parque y se fragmentara, en palabras de Benedetta Tagliabue, "como se corta un pan en rodajas", de forma que los restos del espacio fracturado finalmente se proyectaron al exterior mediante líneas que hoy abren la biblioteca al parque de forma controlada. Hay una serie de dibujos de Miralles que plasman muy claramente estas intenciones en los estadios intermedios del proyecto: se ve en ellos una gran preocupación por la forma de relacionarse con el exterior, de modo que el muro externo compuesto por pliegues y embocaduras se representa más como un generador de espacios ambiguos que como una simple frontera, tal y como el bosque cobija pero abre a la vez los caminos de la luz”).
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