Su indumentaria era de lo más típica, pantalones tejanos y camisa a cuadros, nada quitando aquel reloj que mereciera la pena destacar, pelo moreno cortado muy corto al estilo militar y mirada chinesca, con una hendidura craneal que no vaciló en mostrar producida por su faceta militar en Kosovo al parecer como soldado. Dijo tener 38 años y família que cuidar pero más que su propio perfil y su propia historia lo asombroso de todo era la manera de introducirnos en su historia, la incertidumbre de la veracidad de sus palabras podía con la creciente incredulidad por los personajes que decía haber conocido… La propia reina, J.J. Benítez, Carme Chacón, el bisbe de Girona (Francesc Pardo) y algún alcalde cercano… una serie variopinta de diferentes personalidades que confundían cualquier posibilidad real de autenticidad inicial, pero que sabía encajar como buen manipulador (si así lo fuere) dentro de cada instante y cada momento justo (esta era una argumentación que en algún momento hizo que nos planteáramos dejarlo sentado en el bar de la cita).
Ante tan excelsidad de personajes… ¿qué pintábamos nosotros?
Pues al parecer habíamos apretado alguna tecla incómoda, alguna de aquellas informaciones que no gustan que sean difundidas por unos medios que aunque globales (internet) y otros a la vez muy locales, pueden propiciar que la cosa se difunda más de lo adecuado (ahora en estos momentos disponemos de suficiente información como para empezar a tener claro de que información se trata, pero este es un capítulo que se merece tema propio).
Su papel de mensajero aunque insistió que se trataba de una cosa personal, cada vez estaba más claro. Su auténtica misión parecía contactar con MARESME MYSTERY y con quién hubiera o hubiese detrás de nuestro equipo… La siguiente cita fue determinante, debía de irse de misión a África (al parecer escoltando a un ministro durante un trayecto corto) y contactaría con nosotros tras su vuelta...
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