En medio de toda la incertidumbre que nos producían sus palabras, destacamos aquellas que hicieron referencia a sus posibilidades aparentemente reales de acceso a contemplar el misterio de manera profesional. Dijo ser escolta de elite, de aquellos que se han pasado media vida viajando. Ligado al ejercito desde siempre, parecía que ahora un poco más retirado del tema, seguía vinculado a personajes de gran talla, de todos los gustos y profesiones (aquí es donde empezamos a concebir que todo podría tratarse de una gran fabula). Cometió varios errores de gran calado, en varios sucesos aleatorios y a la vez misteriosos que comentamos como las muertes en Ciudad Juárez (México), o el suceso del YAK 42 (en la lista de fallecidos militares de aquel avión no figura ninguna mujer, un tema en el candelero informativo actual), sucesos que aunque parecía conocer no supo responder adecuadamente. Pero también pronunció detalles que hacían creíble su historia, como los de Bélmez (nuestro equipo ha estado allí y fue justo con este tema que intentamos ponerle una trampa argumental, de la que salió airoso), o cuando profundizamos sobre las teoría de la posible vida en Marte a través de un meteorito (teoría de la panspermia), y la negación de la misma de versados estudiosos como el malogrado profesor Joan Oró. Sobre este tema dijo tener documentación que así lo demostraba, a más de de admitir que incluso el propio Oró (al que parecía conocer perfectamente), era parte implicada de dicha documentación, admitiendo que fuimos impuestos y reveló la existencia de impactos encontrados en las fosas continentales que demostraban que incluso la separación progresiva del único supercontinente “Pangea” (eras Paleozoica y Mesozoica) fue deliberadamente provocada.
Otra trama argumental que nos dejó cuando menos con una duda razonable, fue la supuesta visión cerca del observatorio de Cerro Paranal en Chile (en una base norte-americana que sabemos que existe), de seres adimensionales que se trasmitían telepáticamente, unos seres iriscentes a los que cubrían todo su cuerpo una especie de pelos luminosos como si tratasen de fibra de vidrio. Este es un dato al que MARESME MYSTERY tiene acceso, un dato que confirmaba una teoría que nosotros venimos siguiendo desde hace mucho tiempo relativamente poco versada y sobre la cual aún no habíamos dado dato antes de confirmar rigurosamente su posible veracidad (cosa que todavía hoy mantenemos en estudio), pero que sin duda nos dejó fríos de repente. A demás añadió al relato otras formas de vida vegetal que se intercalaban para formar parte de una especie de cerebro humanoide que emitía impulsos electromagnéticos…
lunes, 6 de abril de 2009
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